Desde el Panecillo el niño Dios, San José, la virgen María, la vaca y el burro iluminan a la capital para anunciar la llegada de la nochebuena. En la ciudad de Quito ya se siente el espíritu navideño; el rojo y verde en todas partes, los villancicos que suenan al pasa en el centro histórico, los prendedores en la vestimenta de los citadinos, las coronas en las puertas de las casas, las luces alrededor de los árboles, hacen de esta urbe un nacimiento real, con animalitos,personas, montañas, espacios verdes, fuentes de agua y cascadas.
Asimismo, la metrópoli inicia una época de armonía, paz y amor donde las personas desean dar un detalle a sus allegados y que mejor si este regalo no lo compran sino lo disfrutan haciéndolo; es decir, crean un regalo tradicional, pero con una intención simbólica. Las fundas de navidad ya tienen historia en Quito, la panadería de San Juan así como también la empresa la Universal alistan sus utensilios para preparar las tradicionales delicias que van dentro de la bolsa.
Así, sólo necesitan un día, es más, la mitad de este para ir de compras y lo que resta para crear el presente complaciente. Lo más necesario son las envolturas, cintas (rojo y verde) y las golosinas. Entonces, se escoge los productos a su gusto, por lo general se ponen las galletas de chocolate y también las de figuras de animalitos, las melvas, los bizcochos, las golosinas, el tango, el chupete, los chocolates, a pesar de ya tener casi completa la bolsa podemos agregar un prendedor navideño. Finalmente, le sellamos con la cinta y ya está listo el mejor regalo popular que endulza la navidad.(Carmen)
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